tag:blogger.com,1999:blog-241383992024-03-17T20:04:03.503-07:00NOTAS SOBRE UN SOL DE HIELOdèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.comBlogger181125tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-44405799548130493822016-06-12T21:04:00.001-07:002016-06-12T21:07:18.428-07:00<br />
Cosas que no me gustan de los domingos<br />
<br />
-El sueño que uno no se puede dormir a tiempo por platicar con la familia<br />
<br />
-No platicar a gusto con tu familia porque tienes sueño<br />
<br />
-Que mi hija tenga sueño y entonces su grado de malcriades al estar con la familia llegue a su punto culminante y piensen que no soy lo suficiente estricta con ella.<br />
<br />
-Que mi hija tenga sueño, se porte malcriada tener que reprenderla, y entonces me juzguen de ser demasiado dura con ella.<br />
<br />
-Que mi hija tenga sueño y se porte malcriada, que yo tenga sueño y me porte un poco malcriada, estar las dos con ganas de ser aun más malcriadas y tenernos que contener.<br />
<br />
-Llegar a la casa entonces, tener sueño, y que además no haya comida.<br />
<br />
-Medio dormirme mientras mi hija me brinca encima, que no haya comida y yo tenga demasiada flojera de levantarme del sillón para pedir comida a domicilio.<br />
<br />
-Medio dormirme y medio soñar la comida que puedo pedir a domicilio, tener cada vez más hambre, ver como se va haciendo tarde, pero seguir con flojera para pedir comida a domicilio.<br />
<br />
-Que mi hija se duerma sin cenar. La verdad ya ha dado tanta lata que no me importa que un día se duerma sin cenar, se lo merece por cabrita.<br />
<br />
-Que den las once de la noche y que no me haya decidido a pedir nada a domicilio.<br />
<br />
-Que den las once la noche y que aun no cuelguen el nuevo episodio de Game of Thronsdèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-26265834610946557112015-02-09T11:08:00.002-08:002015-02-09T11:10:15.593-08:00<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
De esas veces que escuchas música y te duele el alma</div>
<div class="MsoNormal">
Metástasis en la memoria</div>
<div class="MsoNormal">
Bilis </div>
<div class="MsoNormal">
hígado licuado</div>
<div class="MsoNormal">
Sueños infectos</div>
<div class="MsoNormal">
Y eres pus fluyendo </div>
<div class="MsoNormal">
Rencor que corre en las venas</div>
<div class="MsoNormal">
Mentiras indecibles inyectadas</div>
<div class="MsoNormal">
Porque ese cello arañado</div>
<div class="MsoNormal">
Raspado</div>
<div class="MsoNormal">
Gritando </div>
<div class="MsoNormal">
Es eso que alguna vez llamaste corazón</div>
<div class="MsoNormal">
Y el corazón nunca estuvo en el pecho</div>
<div class="MsoNormal">
Eran huesos</div>
<div class="MsoNormal">
Era carne</div>
<div class="MsoNormal">
Ovarios </div>
<div class="MsoNormal">
Semen</div>
<div class="MsoNormal">
El deseo que te besaba en el metro</div>
<div class="MsoNormal">
Que te metía la mano en el pantalón</div>
<div class="MsoNormal">
Ese que te hizo llorar de rabia </div>
<div class="MsoNormal">
Maldecir el nombre</div>
<div class="MsoNormal">
el hombre</div>
<div class="MsoNormal">
el tiempo</div>
<div class="MsoNormal">
la saliva</div>
<div class="MsoNormal">
De esas veces que la música es una mentada de madre a llanto
vivo</div>
Que no es nada más que un dolor que no tiene curadèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-74822379119156052992014-03-07T08:26:00.002-08:002014-03-07T09:26:18.451-08:00Piernas y no alasHubo un chico al que le gustaban mis piernas.<br />
<br />
Es memorable el dato porque mis piernas no son lindas. Yo apostaba por mi pecho o mi abultado derriere, pero no, a él le gustaron mis piernas.<br />
<br />
Según él, lo primero que le gustó fue mi cara, pero bueno parece que a los hombres un rostro no les inspira lo suficiente para tomar cartas en la acción. Un día se me ocurrió llegar con un vestido largo, asimétrico, además de negra su tela era un poco transparente, y no, no traía fondo; entonces a contra luz, el pudo ver, de principio a fin, la longitud y delgadez de mis piernas. "Como hombre, ese fue el primer gran flash".<br />
<br />
Como hombre. Es decir, la primera vez que me vio como hembra, y él se vio a mi mismo como macho, viéndome. ¿Que es el enamoramiento?<br />
<br />
¿Una pulsión netamente reproductiva que no quiere engendrar?<br />
<br />
Es curioso que explotemos una sexualidad de la que no estamos del todo consientes y sin embargo sepamos inequívocamente en que lugar vamos al manejarla. Saber que le estamos cortando la respiración y anegando la conciencia, que se le seca la boca y a la vez babea, que no deja de mirarnos y cuando lo hace no deja de vernos.<br />
<br />
¿Qué es el enamoramiento? Jamás quiso decir que me amaba, que estaba enamorado de mi, lo sustituía con muchos "te quiero", los "te deseo" no eran necesarios. Sin embargo cada vez que me besaba cerraba los ojos y se perdía. En el metro, en la calle, en su cuarto, en el universo. Puedes sentir como una alma se para en tus labios, como está danzando entre tu lengua y de ahí salta hasta ahogarte. Puedes sentir un corazón haciendo malabares apoyándose en tus piernas que lo envuelven para no sucumbir del todo, para no sentir el golpe del vacío al caer.<br />
<br />
Pero yo tome las alas, las piernas sólo eran prestadas.dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-15554931371775555312014-02-13T13:22:00.001-08:002014-02-13T13:22:23.576-08:00Viaje en el tiempo<br />
Hoy es jueves. por años pensé que mi rutina de los jueves duraría por siempre.<br />
<br />
Hubo muchas veces que llegue casi corriendo después de recorrer media ciudad. Afortunadamente era una ciudad pequeña.<br />
<br />
Me recuerdo caminando muy rápido, casi haciendo volar la falda o el vestido, siempre me vestía de falda o de vestido los jueves, casi siempre largo, a veces una blusa casi transparente, a veces el cabello volando.<br />
<br />
Mañana es 14 de febrero. No tengo muchos San Valentin memorables. Tengo escenas algo bochornosas en la mente. Policías sacándonos de los rincones de los edificios públicos, mientras me acomodaba la falda o trataba de peinarme otra vez.<br />
<br />
Recuerdo haber huido corriendo de mi casa a la que iba para fajarme con él cuando de repente vi que ahí estaba mi tía. Recuerdo las veces que no huí. Las veces que no nos alcanzaron a sacar los policías. Los besos, las caricias, los roces de nuestras entrepiernas, las manos apuradas bajo la ropa, las revolcadas en la hierba y sobre todo los besos.<br />
<br />
Besar hasta secarse, hasta reventarse los labios, hasta la deshidratación, hasta perder toda la esperanza, y todo el amor. Sí, también recuerdo esos besos, royendo lo huesos y haciendo caer la conciencia como un pedazo de cerámica.<br />
<br />
Las grandes historias de amor inician con una negación y terminan con todas.<br />
<br />
Ninguno de esos días fue San Valentín. Los 14 de febreros siempre fueron una cosa al borde la aburrición, y la falta de talento para planear citas ligeramente interesantes.dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-7421441097531257852014-01-24T20:47:00.000-08:002014-01-24T20:59:16.074-08:00¿Que pasó con la chica que quería recorrer el mundo en barco?<br />
<br />
Esta es una entrada arriesgada. Visceral. Del tipo que me gustaba escribir hace años.<br />
<br />
Es arriesgada porque a veces lo que dices puede herir a los que ocupan tu vida.<br />
<br />
¿He cambiado mi barco por una casita?<br />
<br />
No puedo negarlo, extraño viajar, extraño mucho tener todo el tiempo del mundo para leer, que todo mi dinero se vaya en cafés y en uno que otro viaje, a veces largo, a veces más o menos corto, didáctico o catártico. Extraño escribir hasta que haya vaciado el alma. Extraño a mucha gente, muchas películas, muchas caras, mucha música, muchos conciertos, muchos discos escuchados en la oscuridad a todo volumen. Extraño hablar con los desconocidos en el autobús, con los taxistas que me tendrían que llevar a la terminal, ver reír monjas con las pelis del viaje. Extraño las sala de espera y cargar maletas.<br />
<br />
¿Qué paso con la chica que quería recorrer el mundo en barco? Me contestó un amigo cuando le dije que me había casado. Más bien me preguntó, me reprochó, me reprobó, me abofeteó, eso sí, con mucho cariño.<br />
<br />
No soy una gran ama de casa. No soy una buena ama de casa. No soy siquiera una decente ama de casa. Es decir, soy pésima.<br />
<br />
Pero me enamoré, en uno de esos viajes mi vida cambió. Empecé otro viaje que a veces no es muy poético, pero es mi viaje. Me gustaría ser más nómada, pero es bueno tener un lugar donde criar a mi hija, y poder llevarla a la escuela con gente que me gusta, en un lugar que desde que lo vi me dio seguridad; es bueno tener un sillón donde abrazar al hombre que me robó el barco, lo hizo de papel, lo deshizo y luego lo mandó a volar.<br />
<br />
¿Qué ha pasado conmigo? Soy tan distinta a veces que ni siquiera me reconozco, que a veces me da miedo de tanto no verme por mucho que me asomo al espejo. Y el guasón está en lo cierto "lo que no te mata te vuelve más raro". Y no es el matrimonio lo que no me ha matado, es ... la vida. La vida en pareja es dos veces más dura, porque cargas con tu suerte y con la del que amas. Porque todos los futuros se condensan en uno tan denso que parece que te va a tragar. Me he vuelto más rara, más espesa, más palpable, menos mágica pero más real, más terrestre, más maíz. Y eso no me desagrada.<br />
<br />
¿Volveré hacer un barco para recorrer el mundo? Sí, es cuestión de tiempo, pero este no será de papel.dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-85548562847369553682013-08-23T12:36:00.003-07:002013-08-23T12:36:48.031-07:00como chivas en cristalería<br />
Era muy común verte. Disfrutable pero común. Nunca pensé que eso podría cambiar. Siempre quise salir, dejar esa ciudad y sus calles. ¿Por qué ese afán por perder lo que tanto amo? Nunca quise perderte a ti. A veces, cuando por fin tenemos tiempo, siento que no nos hemos perdido, que seguimos siendo nosotras, que tenemos los puentes alzados pero listos para cruzar para cuando podamos encontrarnos.<br />
<br />
Aprendimos muchas cosas juntas. Parece increíble que no hayamos alcanzado nada en nuestras carreras. Tal parece que nos engañamos. ¿Estábamos destinadas a no ser nada importante, extraordinario, a encontrar lo inexplorado? ¿Siempre fuimos sólo un par de pretenciosas que iban a revolucionar su generación, y acabamos siendo madres, esposas, nada? ¿De nada sirvió la fe mutua, el esfuerzo, la búsqueda, todo libro que devoramos, y cada tarea que supimos superar?<br />
<br />
Te estoy embarrando en mi mierda vocacional. Tú siempre quisiste ser madre, formar una familia, amar cotidianamente un hombre. Pero yo sé que hubieras querido ser más. ¿Podíamos lograr todo juntas? ¿No fue nuestra fe cruzada un trampolín que se rompió al separarnos? ¿Yo necesitaba tu fe en mi y tú mi fe en ti para lograr todo, éxito y amor, para vivir hasta la muerte, para ser mucho más que ordinarias?<br />
<br />
Extraño tus libros. Tu forma de ver la vida. Hablar llenas de acidez y sarcasmo sin que nadie se escandalizara. Hablar francamente tanto como para poder terminar peleadas y que una carta arregle todo. Confiábamos demasiado en las palabras. Pensábamos que así se construía el mundo. Pero sólo el nuestro. El de los demás tiene tantos y tan frágiles materiales y además tu y yo siempre entramos en ellos como chivas en cristaleria.<br />
<br />
<br />dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-53674757460017853322013-08-22T18:59:00.001-07:002013-08-22T18:59:07.268-07:00Entre más que excelente y menos que inútil<br />
Sale de su casa sin azotar la puerta. Sin casi hacer ruido, sin dar señales de molestia. Camina. Los albañiles llenos de mugre le ven el culo. Al menos alguien le ve el culo. Aprieta el paso pero no hay prisa. Se vuelve a relajar. El aire está frío, llueve suavemente, tanto que ni siquiera moja. Entra al mercado. Casi todos los puestos están cerrados menos los de los santeros; el que busca sí. Frustración. Ya puede adivinar el regaño. Regresa lento, más lento. Dejó de lloviznar. Una fracción del cielo se ha despejado y deja de ver desde su base a los volcanes. Que grandes. Tienen hielo en la cima. Cada vez que ve el hielo siente más frío, agradable, excitante. Casi al llegar a su casa ve a un conocida, no quiero saludarla. Es en esos casos que ama ser invisible, cuando se siente cansada, pequeña, fracasada, menos que inútil. Casi siempre es invisible. Entonces baja la cabeza. Lastima ya no podrá seguir viendo los volcanes. Ni modo.<br />
<br />
Llega a su casa pero no entra a la estancia. Cruza el patio y sube a la azotea. No es drama. Hay ropa que descolgar. Que delicia estar ahí. Frío, aire, nubes, volcanes, grandeza. Y entonces los ve fijamente, lo blanco hasta perderse, fundirse a la niebla, en la cima, en la gloria.dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-57800568603867297062013-07-18T12:34:00.003-07:002013-07-18T12:34:39.245-07:00<br />
<br />
Hace años que no leo "algo sobre la muerte del mayor Sabines", pero recuerdo cuando dice "maldito el que piense que esto es un poema".<br />
<br />
Ya no quiero maldecir a nadie. Esta lloviendo, desde hace más de una hora y no para. Quería llevar a Saraí a la laguna y me quedé varada en un pasillo del mercado. Tuve que regresar.<br />
<br />
Siempre me ha gustado la lluvia. Nunca me ha gustado quedarme con cosas por decir o con broncas por arreglar.<br />
<br />
A mi mejor amiga le gustaba mucho una película que se llama "nunca te vaya sin decir te quiero". Suena cursi no. Pero teniendo en cuenta la probabilidad de que algo salga mal cuando ya muchas cosas han estado mal debería seguir el consejo.<br />
<br />
No estoy hablando de nada. No quiero. Quiero darle vueltas y vueltas. Ahuyentar el silencio. Ponerme a fumar bajo la lluvia. O simplemente bajo techo. Pero no tengo cigarros y no me quiero mojar yendo a la tienda.<br />
<br />
<br />
<br />dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-9246879157846734592013-07-05T09:44:00.001-07:002013-07-05T09:44:48.691-07:00prfffY ahí estás.<br />
<br />
Das un paso y te escondes, te enconchas.<br />
<br />
Quisieras mentarle la madre a todos, romperles la madre, decirles que son un ato de pendejos que no entienden nada, que no tienen idea, que es obvio que no estás bien, que no puedes estarlo. (Aunque sí lo estás, no estás idiota, ni postrado de dolor, (no tengo intensión de saber como se puede estar postrado de dolor, así ya es suficiente), no te la pasas llorando, haces tus deberes, ríes, ves la tele, juegas ajedrez, lees las noticias, lees tus libros, piensas, y piensas y piensas, y evitas pensar en lo que no entiendes, y haces cartas catárticas y todo te da coraje, y quieres que todo el mundo te eche pleito para tener un pretexto y decirles que te hartan, que no soportas su estúpida condescendencia, que no es cierto que lo sientan, que no lo pueden sentir, que si de verdad te quisieran estarían cerca, dejarían que los usaras de perilla, que no traten de consolarte, que te hagan enojar de veras, que te digan una mamadota para que puedas romperles la jeta con razón).<br />
<br />
Estás bien, trabajas, te duermes, contestas educadamente, políticamente, no piadosamente ahorita no, por favor no, te mueres por gritar pero no sale la voz, y a veces no sabes a que asirte, porque tú siempre tratas de racionalizar todo y no se puede, no tienes razones.<br />
<br />
Puedes o no tener la culpa, esa noche en la que le dijiste cosas horribles y te dijeron cosas horribles, y te volcaste en ira y palabras pudo ser la última para él. Tal vez ustedes dos lo mataron, tal vez el encono, el dolor, la ira, pero como probarlo, y si fuera cierto que? ¿No se supone que la vida es más fuerte que eso, no se supone que se echa la maquinaria andar y entonces todo lo soporta?<br />
<br />
Es horrible sentirte que te ahogas y no ahogarte, estar sediento y que de nada sirva el agua. "La ración de la esperanza es poca y el dolor no se puede compartir." No lo sabía, ya lo comprobé.<br />
<br />
Ahora sí, que chingue su madre el mundo.dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-87516186290025788062013-06-21T12:15:00.001-07:002013-06-21T12:16:37.162-07:00<br />
<br />
¿Qué es el dolor?<br />
<br />
un pequeño conejo que te va comiendo de a poquito los tuétanos<br />
que te roe los nervios<br />
que se caga en tu risa<br />
que te va dejando inmunda poco a poco<br />
mientras sus pelos te congestionan el alma.dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-54262154913001268102013-06-18T05:44:00.000-07:002013-06-18T05:44:00.281-07:00<br />
<br />
Me gustaría tener una buena frase para empezar.<br />
<br />
Tenía mucha curiosidad por saber como era su cara. Sólo lo vi en la penumbra de la anestesia, Su silueta, su pequeña cabeza, muy rosa, muy frágil, muy muerto.<br />
<br />
Después ya no me atreví a verlo otra vez. Él ya no estaba ahí, lo que un día soñé, lo que sigo amando, lo que esperé y me dio esperanzas entre cada nausea y vomito, no es lo que se hunde en el pequeño frasco.<br />
<br />
Es bueno aceptar lo que jamás pasará. No lo cargaré ni lo alimentaré, no me dirá jamás mamá, nunca lo llevaré a la escuela, nunca cuidará a su hermana, nunca.<br />
<br />
Pero un día, cuando por fin me liberé de esta tierra, cuando por fin mi cuerpo se empape de ella, veré su rostro, escucharé su voz, y sé que él me reconocerá y yo sabré que valió la pena.dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-58026380501635740212013-06-11T19:48:00.001-07:002013-06-12T07:23:27.553-07:00<br />
<br />
Una noche no podía dormir. Su cara se aparecía en cada inicio de sueño. Mi cuerpo estaba exhausto, mi mente irritada, mis ojos llenos de arena, pero no podía dormir.<br />
<br />
A la mañana siguiente vi un mensaje suyo, varias llamadas perdidas y un e-mail.<br />
<br />
A veces uno piensa que las conexiones psíquicas y la telepatía son un cuento, casi siempre lo creo, pero no siempre puedo asegurarlo.<br />
<br />
Hace un año, una semana antes de su fatídico accidente, los somníferos no impidieron que lo soñara vez tras vez. Me pedía una explicación gritando desde el balcón de enfrente. Me llevaba rosas azules a mi boda. Me decía que no podía vivir sin mí mientras se quitaba los miembros en una piscina. Gritaba mi nombre desde otra almohada. Al menos esos son los pedazos de mensajes que recuerdo.<br />
<br />
Al otro día, al desbloquear mi celular para checar la hora, encontré un e-mail suyo. Decía que si podía hacerme una serie de preguntas y que si yo se las contestaría con toda sinceridad. Le contesté que sí. Pero él no envió las preguntas.<br />
<br />
Nadie supo decirme como murió. Yo no pude ir a su entierro. Ojalá alguien le haya tomado un foto en su ataud. Necesito saber con que cara muere alguien que se lleva todas las respuestas.<br />
<br />dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-6971638243370869882012-12-04T11:19:00.001-08:002012-12-04T11:22:12.106-08:00<br />
Dicen que si un escritor se enamora de ti vivirás por siempre.<br />
<br />
A dos que tres de mis amores no los inmortalicé, sin embargo quedaron en la mente, por un segundo, de algún lector.<br />
<br />
Prometí hacerlo contigo, pero satisfacerte con mis intentos fue como hacer feliz a una mujer histérica. Cuando no te agobiaba el pudor, te enojaba la sinceridad, o la fata de tacto, o la sobra de emoción.<br />
<br />
De hecho deje de escribir, de ti, de la luna, de cualquier cosa, porque sentía tus ojos detrás de mi nuca; la misma mirada de reprobación que había visto antes en mi padre, exactamente la condena de mi tía la amargada.<br />
<br />
Y ni modo, hoy me rebelo. Voy a escribir de ti, escribiéndote. Si lo lees perfecto y si no da igual. Te escribo para decirte que jamás he de describirte, que no te haré poemas ni de ira, ni de despecho, ni de amor. Que no contaré sobre ti, ni de tus ojos, ni de tu boca, ni de tu corazón. Me guardaré todo lo que te amo siempre y todo lo que te odio a veces.<br />
<br />
Nunca serás un cuento, nunca nadie más sabrá de ti.<br />
<br />dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-35469176627297472702012-09-06T09:25:00.000-07:002012-09-06T09:25:55.232-07:00no te pasa a veces que...No te pasa a veces que te cansas<br />
que el café es demasiado siempre<br />
que la soledad ya no te contesta<br />
y de repente ya no importa<br />
suspiras<br />
callas<br />
nada<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLTNh4GWsN6Rtv8gO-pGIzkLps-fmRqEBuijXzUREsWtKabFOfF2e4hrscOPHZHz31lBUxM_63TmwGJxaKhbuSt8oTUL9co0PehhEFNMX-x8RakpwB8PYxLyaYKLFMAT35dYPbTQ/s1600/o_aire.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLTNh4GWsN6Rtv8gO-pGIzkLps-fmRqEBuijXzUREsWtKabFOfF2e4hrscOPHZHz31lBUxM_63TmwGJxaKhbuSt8oTUL9co0PehhEFNMX-x8RakpwB8PYxLyaYKLFMAT35dYPbTQ/s1600/o_aire.jpg" /></a></div>
<br />dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-18215550056276376692012-03-21T20:24:00.002-07:002012-03-21T20:35:08.057-07:00<span style="font-weight:bold;">REHABILITACIÓN<br /><span style="font-style:italic;"></span></span><br /><br />Hace un rato, como seguramente millones de latinoamericanos, vi 28 días, con Sandra Bulok. Cierto, no es una gran película, no llega a serlo, pero no importa. Me hizo recordar muchas cosas. Hace años entré a una escuela que parecía centro de rehabilitación. Eso fue para mí.<br /><br />Recuerdo esa sensación desesperante por llamar a alguien y que el teléfono no dé línea. La ira y angustia al recibir instrucciones estúpidas. El ver a todos los demás como alienados, y sentirte la más inteligente del grupo para después ver que estás más perdida que todos.<br /><br />Sobre todo esa escena donde le telefonea a su hermana llorando, vaya, que escena, llamar con una targeta de larga distancia, ¿lo has hecho? tantos estúpidos pasos para que al final no puedas hablar, para que te sueltes llorando como idiota, frente a una bocina de plástico.<br /><br />Con la misma hermana cuando la otra le dice que la veía ir caminando enfrente de ella tan sola y tan pequeña. La verdad me di lástima por no tener una hermana que aunque me ignorara al menos me viera. Al menos un testigo de todas la veces que he caminado sola, hablando sola, contándome chistes sola, llorando sola, peleándome sola. Que mal está eso de no tener un testigo, aunque sea para echarte en cara tus errores.<br /><br />En fin. Ahora que lo pienso yo en ese entonces me estaba rehabilitando de vivir, me había intoxicado de experiencias y ya no podía con tanta dosis. Y salta en mi memoria esa frase de Sabines "esto es muy parecido a salir de un manicomio para entrar a un panteón". Debería haber clínicas para rehabilitarse también de la muerte, del dolor, del aburrimiento, de la falta de oportunidades, de la dependencia, del silencio y del ruido. Cada cierto número de años, todos los adultos deberíamos ser internados por disposición judicial, ser sujetos de reglas estúpidas, y curarnos en salas con televisiones viejas junto con otros adictos.dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-4244493575384894862011-12-20T15:20:00.000-08:002011-12-20T15:25:04.857-08:00NO ME GUSTAN LOS TÍTULOS<br /><br />Hay cosas que no caben en un título. El dolor de una realidad que se va metiendo en los huesos, lenta e insistentemente. La esperanza que te aprieta la garganta y duele más que la resignación. El miedo constante como la sangre, el amor más profundo que el alma.<br /><br />No cabe en título el tamaño de los ojos de mi hija, ni su sonrisa sin dientes ni prejuicios. Su sueño más activo que su vida, sus manos más grandes que sus huesos.<br /><br />No cabe si quiera en todas las palabras del mundo, esta pequeña soledad de suburbio, este silencio mordaz, estas caricias de ciego.<br /><br />No me gusta etiquetar titulando, no me gusta vivir en catálogo, no me gusta nombrar lo que ya no sé como decir.dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-50994067575348902892011-10-21T20:42:00.001-07:002011-10-21T21:12:47.543-07:00<div><br /></div><div>002</div><div><br /></div><div>Veo la tarde, el volcán rompiendo la inmensidad del cielo, el sol más rico para acariciar espaldas, el aire que mueve la transparencia. Veo la tarde, y me imagino el placer de caminar bajo ese clima, el frío tímido recorriendo mi piel, todo lo veo detrás de la ventana. A veces uno es unas alas sin viento, un poema atascado, una tarde sin gente.</div><div><br /></div><div>Ella debe estar en la fila para la entrada del auditorio, hablando con alguien o leyendo como los caballos cuando se duermen. Seguramente tiene un café en la mano, y su cabello vuela. Al salir de concierto ella sabe que nadie la espera, no hay un malla de seguridad al retorno, no hay unos brazos constantes. Por eso puede ligarse o no al chico de al lado, al señor de enfrente, al que va pasando y ni siquiera se le nota por asomo deseo de escuchar buena música. Por eso puede ser que si la gana le da tome un autobús para caerle de sorpresa a su eterno ausente. Ella es una constante decisión, un camino de variables, se puede decir que es libre, tanto que de todas las opciones está noche no tendrá ninguna. A veces la soledad le arde demasiado, eso no importa, nadie le quitará su espacio. </div><div><br /></div><div>A veces uno es viento sin alas. </div><div><br /></div>dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-56364294631168297042011-10-07T17:06:00.000-07:002011-10-07T17:23:27.697-07:00<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDgxPGBpxC0TrIJIu-E2S6g-zEkFqp1l11TFcpxz1k2nh8mR2eJ_gdm-wiCNBfS5mKLrvfPsurPJZ_QV-gw9Ch2386BK485rlZxgXDl7SZ1u9fjOsgyHcVsFF8cTpRgu9-IyFF2A/s1600/20060912230015_lanestosabn.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 266px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDgxPGBpxC0TrIJIu-E2S6g-zEkFqp1l11TFcpxz1k2nh8mR2eJ_gdm-wiCNBfS5mKLrvfPsurPJZ_QV-gw9Ch2386BK485rlZxgXDl7SZ1u9fjOsgyHcVsFF8cTpRgu9-IyFF2A/s400/20060912230015_lanestosabn.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5660910353521838882" /></a><br /><div>0001</div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Tengo a mi hija recargada en mi pecho, sujetándola con un brazo, pero sigo leyendo. Mamá mientras tanto trapea sin parar de hablar y sus palabras se confunden con las de Carver.</div><div><br /></div><div>Me muero por un café pero no es bueno para la lactancia, entonces imagino que tampoco puedo fumar, y la negación se hace un poco menos difícil. Ella se reiría de mi. </div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">La imagino recargando su espalda muy atrás en la silla, para que su cabello cuelgue y reclinándose violentamente de pronto para alcanzar el café. Su bluzón café ajustado y esos jeans deshilachados descuidadamente. No está maquillada, lo único que se pintó fue la boca pero el labial ahora está sobre los bordes de la taza. Está sola en la mesa del café, es de noche, y no le importa que todo mundo la vea como una solterona solitaria, guapa, pero solitaria y solterona.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La imagino caminando en la noche, hablando sola, contoneando sus caderas anchas, moviendo su cabello al andar. Pero sola, conversando consigo mismo en el trayecto a su casa. No importa si llueve, hace frío, la noche esté oscura o no. Tampoco importa si está en su ciudad u otra. De hecho ni siquiera si va con alguien. Es como si de todas formas nadie pudiera acompañarla. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ella se burlaría de mi. Pero no importa, no tiene idea de que hacer con su vida, ni siquiera de lo que vale. Todos sus pasos son una ilusión.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-64109953805362602602011-07-14T20:27:00.001-07:002011-07-14T20:36:17.359-07:00<div><br /></div><div>Necesito volver al silencio, a la soledad que aturde y al aburrimiento real. ¿Ustedes no?</div><div><br /></div><div>A ese silencio de cuando ya no quieres ver la tele, la radio te da flojera y todavía no existía youtube. A esa soledad que no se escamotea con los comentarios a los enemigos de tus amigos en facebook, a ver fotos de una vida tan lejana que por más que quieras no te pertenece, a chatear por horas con gente que en vivo tal vez te darían flojera, o quizá no tendrían nada que decirse.</div><div><br /></div><div>Al aburrimiento que da en las tardes cuando ya todo está hecho, pero aun no se hace de noche y no hay ningún lugar a donde ir, entonces o escribes, o lees, o te duermes, o te aburres con tanta conciencia que hasta llegas a lugares nuevos de tu inconsciente, y de verdad de verdad, lo que se llama de verdad, puedes reflexionar.</div><div><br /></div><div>Necesito de nuevo esa realidad nada virtual, tan palpable como un knoc out del hastío. Ya lo estoy pensando con más seriedad cada vez; a ver si me atrevo, si lo intento de un jalón. Ojalá que no me cause un bajón de esos que les dan a los borrachos cuando deciden volverse abstemios.</div>dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-82942830264101052472011-06-30T13:07:00.000-07:002011-06-30T13:29:54.585-07:00<a href="http://3.bp.blogspot.com/-y_DgNhzui0k/Tgzb5615KvI/AAAAAAAABaI/Zzo4bxiXBxU/s1600/lookign%2Bfor%2Ba%2Bsing%2Bgerard%2Bmass.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 266px;" src="http://3.bp.blogspot.com/-y_DgNhzui0k/Tgzb5615KvI/AAAAAAAABaI/Zzo4bxiXBxU/s400/lookign%2Bfor%2Ba%2Bsing%2Bgerard%2Bmass.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5624111822773234418" /></a><br /><a href="http://2.bp.blogspot.com/-qgxDLIObWMs/TgzbpBr_PqI/AAAAAAAABaA/n81BC4ZPBs8/s1600/scream%2Bszincza.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><br /></a><br /><div><br /></div><div>Entre escribir con el corazón y no escribir, ese es el dilema.</div><div><br /></div><div>Porque si escribes desde la seguridad, de la comodidad de lo neutral mejor no escribas, para que decir algo que no escalde, que no te raspe, para qué decir algo que no te cueste, que no tengas que defender, que no tengas que pelear para que siga en pie a pesar del tiempo.</div><div><br /></div><div>Pero a veces cansa defenderte todo el tiempo, explicar, disculparse por escribir, por decir lo que piensas en ese momento; más allá de la verdad, todos tenemos momentos en que la realidad te cae encima y no puedes sustraerte, y esa realidad puede ser verdadera o tan subjetiva que al segundo siguiente no puedas mantenerte en ella, pero cuando te golpea no existe otra cosa, es eso, esa sed o ese hastío, o ese mar, o ese desierto y poco importa que tan verificable sea, que tan objetivo.</div><div><br /></div><div>Y por eso a veces prefieres el silencio antes del juicio, antes de la explicación, antes de la defensa, antes de "mira no era contra ti, no se trataba de algo en particular, no quería decir eso". </div><div><br /></div><div>Recuerdo mucho ese día en que escribiste algo y nomás lo publicaste y una mujer te cayó encima, ventilaste asuntos muy íntimos y ella se ofendió entonces me dijiste "no pienso disculparme por escribir". Me pareció tan egoísta, y no existe nada auténtico que no lo sea.</div><div><br /></div><div>Escribir desde el corazón cansa. Cansa exponerse, cansa el intento, cansa que no sean las propias palabras las que expliquen, que no se pueda percibir más allá de las golpes del teclado la intensión, cansa. Cansa porque es inútil, "la ración de la esperanza es poca, y el dolor no se puede compartir". Ni el dolor ni la alegría, ni la fe ni el desamparo, ni la soledad, ni si quiera puedes mojarle a alguien la cara.</div><div><br /></div><div>Mejor el silencio, pero tu ahoga, "yo canto porque le tengo miedo a la muerte", o como Lutero "porque a veces no se como orar", o porque me asfixio, porque necesito exorcizarme, o porque quiero perder la razón, o porque si no lo hago dudo estar viva. "El silencio es otra forma de la muerte" y a veces no quiero descansar en paz.</div><div><br /></div><div><br /></div><div> </div>dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-34820754364026999442011-06-16T12:54:00.000-07:002011-06-16T13:38:50.029-07:00<a href="http://4.bp.blogspot.com/-tmMzx12889c/Tfpnwpi9r6I/AAAAAAAABZ4/kocEyKuI1h8/s1600/mujer_embarazada.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 225px; height: 400px;" src="http://4.bp.blogspot.com/-tmMzx12889c/Tfpnwpi9r6I/AAAAAAAABZ4/kocEyKuI1h8/s400/mujer_embarazada.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5618917570581999522" /></a><br /><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Hace años me obsesioné con el tema de tener una hija, le escribí no sé cuantas cartas, dónde le hablaba de música, de lo que yo entendía que era la vida, en fin, de puras babosadas de adolescente, pero que para mí eran importantes. Mi niña imaginaria tenía nombre Amy Isacc.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pasaron muchas cosas en mi vida después de eso. No sé a donde fueron a dar esas cartas, ni los sueños de tener hijos. No sé porque dejé de querer un matrimonio, y la idea de ser mamá me pareció en ese entonces un clisé ridículo: las mujeres al fin y al cabo, no importa lo que estudien, sólo quieren casarse y tener hijos, justificar su existencia porque tiene la capacidad de ser fertilizadas, etc.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tal vez me desencanté al ver a tantas chavas de mi edad ya casadas, sin tener carrera, ni metas en la vida, pero sí niños. A lo mejor fue que mis romances rara vez, más bien nunca vez, cristalizaban en algo durable, tenía un imán para las relaciones intensas, breves y anecdóticas, que no poseían a la larga una historia matrimonial. Quizá fue que mis deseos de ser alguien importante, trascendente, veían como aburrida la idea de echar raíces, de una familia tradicional. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Empecé a escribir cuentos antimaternales, como el "Ángel de la muerte", "Nuestro hijo" y "El Festín de los gatos", y mi mejor amiga me preguntó ¿que diablos tienes contra los niños? y mi novio de ese entonces se horrizaba cada vez que los leía y me escuchaba diciendo que no quería tener hijos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Luego llegó el horfa, y algo cambió. Un simple trabajo que no pedí ni busqué me revolvió las tripas como nada. Treinta chamacos, más o menos, sin madre, nadita de madre, latosos, manipuladores, jijos de la tiznada, a los que les tenía que dar clases. No fue fácil pero fue fascinante. Nunca creí poder querer tanto a gente que no tenía ni una gota de mi sangre o de mis anhelos, les enseñé música y ellos me enseñaron a querer. Fue un año, y no tardamos mucho en agarrarnos cariño, en vernos como amigos, en divertirnos; es que un niño es la cosa más maravillosa que existe en el mundo. Es complejo poder explicar lo que te hacen sentir, saber lo vulnerables que son, lo sincero y rudos, pero esa ternura inherente te desarma, y tú también te vuelves vulnerable, te abren, no sé puede enseñarles nada que no sea a partir del corazón, y entonces te ves a ti mismo planeando los días con ellos, buscando cosas sorprendentes para ver de nuevo sus ojos enormes, esforzándote por un concierto en el que su autoestima florezca. Y te sientes maestra, amiga, hermana, y madre. Si hubiera podido habría adoptado seis de ellos, al menos seis, varias veces me soñé dándoles un hogar y un futuro. En fin, sueños güajiros.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hubo excepciones, momentos en que pensar en un niño mío resultaba difusamente atractivo. Después llegó el verdadero Isaac, y él siempre quiso ser padre, aun no nos casábamos y ya teníamos el nombre de la niña. Sí desde entonces, pero sonaba a cuento bonito, a la casa detrás de la colina llena de dulces, y una alberca enorme; ya en la vida real mi egoísmo y miedo, me hacían desear no ser mamá, a ratos sí quería serlo, pero volvía a pensar que la vida se me complicaría tanto que se tornaría irrespirable. Puro miedo, miedo a que? ¿a vivir?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tengo 5 meses de embarazo, y Dios es sabio. Los primeros meses vomité hasta el último ápice de temor; no la sentía, solamente los efectos de su presencia, todo eso puede resumirse en vulnerabilidad, pero también en un deseo de ser muy fuerte para que nada le afectara a su pequeño mundo oscuro. Verla en cada ultrasonido, acercaba el cuento a la realidad, y entonces la debilidad, los vómitos diarios, y todo malestar se esfumaban porque podía ver un pequeño cuerpo moviéndose. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y otra vez quise boicotearme, hago eso siempre, finjo desear lo contrario para no decepcionarme, me convencí que quería un niño, soñaba un niño, me emocioné con la idea de un pequeño varón. Y hace casi un mes supe que no, que la vida se reía de mi de nuevo invitándome a sonreír: es niña, la latosa que me patea y me mantuvo de cabeza en el escusado es niña.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dios es sabio porque la seguridad y el amor crecen a cada patada, en cada movimiento de pez, cada noche que me despierta golpeando mi vientre, diciéndome que está ahí, que es real, reclamando su espacio, su alimento. Aun no sueño su rostro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div>dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-55543435121986743112011-06-02T09:27:00.000-07:002011-06-02T10:01:16.229-07:00<a href="http://4.bp.blogspot.com/-tRXbDwE7NRc/Tee_hTn5TcI/AAAAAAAABZs/GpxDSd0I16w/s1600/rueda%2Bde%2Bla%2Bfortuna.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 400px;" src="http://4.bp.blogspot.com/-tRXbDwE7NRc/Tee_hTn5TcI/AAAAAAAABZs/GpxDSd0I16w/s400/rueda%2Bde%2Bla%2Bfortuna.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5613666039464807874" /></a><span class="Apple-style-span"><br /><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px; "><div><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px; "><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px; "><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px; "><i>"Quizá sería mejor no ser escritor, pero si debes hacerlo, escribe. Si te sientes lerdo, te duele la cabeza, nadie te ama, escribe. Si todo se siente irremediable, si esa famosa 'inspiración' no llega, escribe. Si eres un genio, harás tus propias reglas, pero si no -y las posibilidades están claramente en contra-, ve a tu escritorio, sin importar tu ánimo, enfrenta el desafío del papel: escribe"</i> J.B.</span><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px; "> Priestley</span></span></div></span></span><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px; "><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px; "><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px; "><span class="Apple-style-span">Yo no soy ni escritor ni genio, pero desde niña, cuando la soledad me aturde aprendí o a leer, cantar, o escribir. Entonces está de más decir que me la pasé leyendo, cantando, o escribiendo toda mi infancia.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;">Y después empieza el problema: sobre que escribir. ¿El hielo?</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;">Ahora sólo soporto el agua fría y con mucho hielo, a causa de eso estoy tan ronca que no puedo cantar. De niña, en mi casa no comprábamos agua de garrafón, la hervíamos, entonces casi siempre tomábamos agua tibia, ya que el proceso entre hervir, enfríar y meter al refri era muy largo. A mi hermano y a mí, nos parecía que tener hielos era un absoluto lujo, algo que sólo veíamos en las casa más bonitas que visitábamos, dónde siempre para agradarnos nos daban agua tibia. El tin tin de los hielos chocando contra el vidrio del vaso, y el tronar de los cubitos en el agua fría, nos parecía una delicia muy lejana...</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;">Y la verdad es que hacer hielo es barato, no tiene nada de lujoso; pero en fin, así son las memorias de la infancia. Como esa otra que en un condominio enorme, con piscina en el último piso, un perro pequinés histérico nos persiguió hasta casi hacernos caer a la alberca, y luego de regreso, peldaño a peldaño de las muchas escaleras, hasta que salimos de ahí y cerramos la puerta del departamento en dónde nos hospedábamos.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;">O como la otra que en Disneylandia, sí en ahí en ese mágico lugar, mi hermano lloró porque lo abrazó Pluto, y lloró en los piratas del caribe, y en el show de los osos, y en todos lados, menos en la montaña del espacio, en donde casi se sale porque la seguridad le quedaba grande. Y sí, esa misma vez, sin haber visto siquiera la mitad del parque, nos tuvimos que ir a las tres de la tarde, porque mi mamá y mi tía tenían un "dolor de cabeza insoportable", les había bajado, estaban con unas jetas más grandes que el parque, y ya no soportaban "tanta calor".</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;">O como esa vez que ante la montaña sandía esperé la puesta de sol desde dos horas antes - es que la montaña sandía, en Albuquerque Nuevo México, se pone toda roja cuando el sol se pone, porque le da de frente, por eso se llama sandía- entonces yo que sabía que era la última tarde que íbamos a estar ahí, velé, mientras los demás platicaban, o tomaban agua con hielo, o jugaban con perros amistosos, o veían la tele en cada cuarto, yo velé, para que después de dos horas de estar velando, el cielo se nublara, y lloviera y lloviera y jamás pudiera ver la montaña roja como una estúpida sandía.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;">Escribir, de recuerdos lejanos, absurdos, y sentirme con una soledad más concurrida, menos vacía; escuchar las voces, y el sonido de la tierra recibiendo la lluvia y entonces el olor a frustración es igual al de la tierra mojada, o al de un perro babeante. Y entonces pienso que la vida no ha sido tan solitaria, que he compartido tonterías agradables, miedos agradables, frustraciones agradables, porque lo único agradable que tenían era no estar sola, tener otra persona con quien quejarme, o asustarme y tal vez alguien con quien recordar.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 14px;"> </span></span></div>dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-81704675488919660032011-05-30T13:21:00.000-07:002011-05-30T13:46:07.870-07:00<a href="http://3.bp.blogspot.com/-r6psN9u7pBg/TeP_Fb_od-I/AAAAAAAABZk/XBzO13fF0dI/s1600/si%2Blas%2Bgotas%2Bde%2Blluvia%2Bfueran%2Bde%2Bchocolate.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="http://3.bp.blogspot.com/-r6psN9u7pBg/TeP_Fb_od-I/AAAAAAAABZk/XBzO13fF0dI/s400/si%2Blas%2Bgotas%2Bde%2Blluvia%2Bfueran%2Bde%2Bchocolate.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5612610029512849378" /></a><br /><div>Notas:</div><div><br /></div><div>Hace un rato recordé que me gustan mucho las fuentes, -menos la del salto de agua en el df.-, y recordé que mi momento favorito es cuando las encienden, cuando todavía no sabes la forma que va tomar su cuerpo, justo cuando todo es inicio y borbotónes.</div><div><br /></div><div>El sábado mi Isaac inició sus clases de alemán, hacía años que no veía una cara así, una cara de cuando se inicia algo, de abrir un libro del que no entiendes nada, de volver a no saber hablar. Aprendí unas cuantas palabras con él y me motivó a memorizar pasajes bíblicos en francés, la idea es volver a desconocer, volver a entender algo ya entendido, en distintos sonidos.</div><div><br /></div><div><br /></div><div>La foto pertenece a "la galería de la venganza más grande", se llama "si las gotas de lluvia fueran de chocolate", el sábado aún no sabía que existía esa canción, no me gusta Barney, me enteré de una forma trágica y dulce a la vez. Siempre pensé que cantar era buen antídoto ante el miedo, y es verdad, aun ante un miedo de muerte.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div>dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-54289199678628869052011-05-04T10:08:00.000-07:002011-05-04T14:28:26.518-07:00<a href="http://4.bp.blogspot.com/-TRJ_eVBiWec/TcGK44uFf8I/AAAAAAAABZc/tV2Mb615CTY/s1600/mosca-musca-domestica.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 296px;" src="http://4.bp.blogspot.com/-TRJ_eVBiWec/TcGK44uFf8I/AAAAAAAABZc/tV2Mb615CTY/s400/mosca-musca-domestica.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5602912121328598978" /></a><br /><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde anoche se metió una mosca. Pocas cosas en la vida son más molestas que ese insecto. Tiene todo lo malo que se puede tener, es ruidosa, sucia, persistente, pegajosa. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estábamos leyendo en la cama pero no podíamos concentrarnos, su aleteo, su sonido, nos interrumpía, además que de cuando en cuando se paraba en nuestras piernas u hombros desnudos. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No teníamos matamoscas, no tenemos matamoscas; con eso, una buena lámpara para la cocina, y un amigo para el baño tendríamos la vida resuelta. No se le puede dejar caer un libro, claro que de haberla matado a librazos sería sólo con el directorio telefónico.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hoy en la mañana mientras tomaba mi desayuno, ella llegó a la sala. Dejé sobre uno de los bancos un palito de paleta y ella se daba gusto sobre él, y yo seguía sin tener a la mano nada con que matarla. De repente pensé que en realidad no me molestaba en nada que ella chupara el palito que iba terminar tirando a la basura, lo que me fastidiaba era su presencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tal vez esa mosca tenía las patas limpias, al entrar a la sala ni siquiera hizo ruido, se saboreaba algo que yo iba a botar; nada de lo que ella hiciera me afectaba, lo que no soporto es que exista. No soporto su vida, tengo tan grabado en mi código que son malas y asquerosas, que ya sólo pienso en su muerte una vez que las veo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y es que son feas, no podríamos acosar tanto a una mariposa o a una catarina, ni siquiera a un grillo. Pero ellas no ayudan, son feas; su sonido siempre es molesto, afortunadamente no apestan. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estoy escribiendo y estoy intrigada, ¿a dónde fue a parar la maldita mosca? ¿por qué no la escucho? En cuanto tenga algo que sirva juro que la mataré.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">p.d. encontré un periódico viejo y ya descansa en paz. Yo sabía que para algo eran útiles los periódicos impresos.</div>dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-24138399.post-89517015805844177132011-03-28T14:34:00.000-07:002011-03-28T15:10:21.565-07:00<a href="http://3.bp.blogspot.com/-2_FEsguVv6g/TZEEePW_ZFI/AAAAAAAABZI/UqocFWN9i4o/s1600/acotamiento.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 303px;" src="http://3.bp.blogspot.com/-2_FEsguVv6g/TZEEePW_ZFI/AAAAAAAABZI/UqocFWN9i4o/s400/acotamiento.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5589253530109043794" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Eran las 5, tal vez 6, de la tarde. No lo tengo claro pero hacía mucho calor, de ese que ahoga. Yo no sé manejar, pero no me importó. Hace tiempo todos están de acuerdo en que soy inconsciente, egoísta, e irresponsable ¿por qué habría de importarme entonces? Saqué el auto de mi padre y tomé la carretera.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Recuerdo que el carro reculaba en cada curva, no sé si iba muy rápido o solamente que no sé manejar, pero de repente empezó a darme miedo, la ciudad más próxima estaba mínimo a dos horas, y si seguía iba llegar pero muerta, así que en el primer acotamiento me detuve. Abrí la portezuela de mi lado, y saque el mapa de la guantera, pero antes de poder ver mi ruta el retrovisor hizo que me paralizara.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Del otro lado de la curva, en los pastizales secos estaban estacionados tres camionetotas negras, enfrente de ellas alrededor de diez personas hincadas con las manos detrás de la nuca, y alguien les apuntaba mientras otros cuatro, entre ellos una mujer les gritaban. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tuve unos minutos, tal vez segundos, de verlos sin que me vieran; mi cabeza me decía cierra la maldita puerta y arranca, pero recordé los reculones que daba el carro en cada curva, que ya estaba por obscurecer, y que no sabía manejar. Todavía el coco me gritaba que me largara cuando uno de ellos me vio y empezó a caminar hacía mi.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me entiesé más todavía. Miraba el volante, el mapa, la puerta, al tipo por el espejo lateral, y otra vez al volante, al mapa, a la puerta, al tipo. Obviamente llegó sin que yo atinara a nada. Me pidió que le diera mis identificaciones, sin siquiera abrir la boca se las dí, pero al tomar mi bolsa del piso alcance a ver la bolsa de bolsas que mi tía vendé, y una culpa enorme empezó a agobiarme. Me pidió que saliera del auto, y obedecí. Grandioso asunto, iba dejar a mi padre sin carro y a mi tía sin mercancía de un jalón. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El tipo me dijo que me fuera pero en eso llegó la mujer, y le preguntó que si estaba pendejo. Entonces ella me gritó que corriera, y yo supe que a penas diera la vuelta me iba a disparar. Le rogué al tipo, le recordé que había cooperado sin chistar, que les había dado todo, que por favor no me mataran, que tenía un bebe. Y en ese momento empecé a dudar, ¿estoy embarazada o ya nació? No importa, por favor no me maten.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Empezaron a discutir entre ellos mientras del otro lado de la curva sonaron por fin los disparos, como la mujer corrió a ver que lo que pasaba del otro lado, el tipo me hizo un gesto con la pistola de que me fuera. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Corrí como pude, no sé si me pesaba la panza del embarazo o la culpa de haber perdido las bolsas y el auto, pero sentía que las rodillas se me doblaban. Llegué a mi ciudad cuando ya todo estaba muy oscuro, aunque no tenía idea de a que hora podría volver a mi casa.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div>dèbora hadazahttp://www.blogger.com/profile/05930590651405804991noreply@blogger.com4