1 jul 2010

PEQUEÑAS CRONICAS DE LOS SENTIMIENTOS MUTANTES

I

Los malentendidos del chat



-Entonces ¿vienes o voy? –No, así no, nada de presiones.

-No estoy seguro de poder ir. Por favor necesito que lo entiendas, no significa que no quiera estar contigo, simplemente no puedo ahora.

-¿Entonces por qué me dijiste ayer que sí? Decidete, no quiero seguir esta tortura, no quiero jugar más.

-No, para nada, yo tampoco, es lo último que quiero, de verdad me importas, sólo que no puedo ir ahora; tengo mucho trabajo, un recital, pasar a finale mi rola; no son excusas, ayer pensé que podría hacerme un hueco, pero entre el viaje y el trabajo se me agota el tiempo para estar contigo.

-¿Quieres que vaya yo?

-Es igual. Sé que esto apesta. Tengo meses rogándote que vengas, sé lo que dije ayer y que tal vez me estés odiando; ojalá tenga otra oportunidad contigo, ahora no puedo.

-Ah aquí estás, tu hermano me dijo que estabas estudiando, pero no, chateas

-Dame unos minutos ¿si?

-¿Hablas con ella? ¿Ya le dijiste de nosotros?

-Cati espérame, un minuto por favor. Bueno no importa, ya se fue.

-Entonces ahora podemos ir por un rico café y …

-Tengo que trabajar.

-Tranquilo, la audición es en dos semanas y tocas magnifico, tienes un mes para entregar la obra y…

-Yo sé lo que tengo que hacer, y que chinga que te hayas vuelto mi agenda.

-¿Qué te pasa? No pensé que te pusiera tan de malas hablar con ella. ¿Le dijiste de nosotros?

-No hay nosotros, no quiero hablar de ella, y quiero trabajar.

-No sé por qué haces esto cada vez que...

-Cierra la puerta al salir ¿si?