20 ago 2008

ERRAR ENTRE LA MÙSICA Y LA LITERATURA... 3a parte

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Si pensamos Gadamerianamente tenemos que decir que sí, cuando tenemos una experiencia estética, el otro lado de los que somos nosotros es “representado” en la obra de arte − en este caso la literatura o la música − como esa alma o rostro gemelo del que fuimos separados; nos encontramos con lo que de nosotros está en el arte y sobre todo − y más importante − con lo que tiene el arte y que ya nunca tuvimos nosotros; ahí podemos verificar “nuestras tablillas de recuerdo” con otros hombres en todos los tiempo y con todas las artes, así la experiencia estética es también una experiencia simbólica. [1]“el símbolo, la experiencia de lo simbólico, quiere decir que este individual, este particular, se presenta como un fragmento de Ser que promete complementar en un todo integro al que se comprometa con él; o también quiere decir que existe otro fragmento, siempre buscando, que complementará en todo nuestro propio fragmento vital”; − y en mi cabeza queda resonando con vida propia “nuestro propio fragmento vital” −
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[2]“Tu sueño que se dormirá en mis manos
Marcado de las líneas de mi destino inseparable
En el pecho de un mismo pájaro
Que se consume en el fuego de su canto
De su canto llorado al tiempo
Porque se escurre entre los dedos
Sabes que tu mirada adorna a los veleros
De las noches mecidas en la pesca
Sabes que tu mirada forma el nudo de las estrellas
Y el nudo del canto que saldrá del pecho
Tu mirada que lleva la palabra al corazón
Y a la boca embrujada del ruiseñor”
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Canto, voz, símbolo. ¿Por qué no cantar si hasta Dios canta? Sabemos que todo fue creado por el Verbo, ¿pero quién nos dice que no fue cantando? Pero ¿quién nos asegura que su voz cantada no es terrible, como sabemos que no se parece a los cantos de ultratierra, como sabemos si su canto creador también destruye? Cantos de guerra, cantos de amor, cantar siempre, cantar aunque no haya palabras, cantar antes y a pesar del lenguaje: [3]“Mi música intenta representar la voz antes del lenguaje. Como la del recién nacido que da a entender lo que quiere antes de hablar. Por eso se inspira en la expresión primordial de ser. Este niño puede entenderse si es chino, africano o europeo. Lo dejamos de entender cuando habla un idioma, cuando tiene un texto. Lo que hago es situar esa voz en paralelo de ese texto primordial. Para cualquier latino que siga una opera de Mozart en alemán ¿Qué sigue, el texto o la música? La música nos dice lo que quiere decir el texto. ¿Adónde va Mozart en su búsqueda respecto al texto? Va a las esencias. Nos está dando la intención emotiva del texto” dice Julio Estrada al ser entrevistado por el estreno de su opera Murmullos del páramo; “representar la voz antes del leguaje”, pura intensión, intencionalidad sin sentidos inequívocos – sentidos de los que nos dota el idioma, el lenguaje –; llegar a la universalidad, al antes de Babel − aun más atrás − al edénico entendimiento con Todo, o quizá un poco después, cuando por el pecado se toma la conciencia de todo, no sólo de lo bello y de lo bueno sino también del dolor, de la miseria, del exilio, de la orfandad, del pánico por el poder y el juicio; sí es justo ahí cuando nos hermanamos con todos los hombres, en la caída ; – eso lo digo yo, Julio Estrada, por lo menos cuando yo lo he escuchado no parece ser creyente en lo absoluto de la Biblia – Pero ¿es posible?
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Es cierto, ningún no hablante del idioma en que está escrita la opera cuando escucha Don Giovanni o la Flauta Mágica sigue el texto, es cierto también que cuando la escuchamos – [4]como diría Julio Estrada más adelante – al aparecerse el padre en Don Giovanni se aparecen todos los padres de la literatura, es cierto – siguiendo con el razonamiento de Julio Estrada – que compartimos formulas primordiales todos los seres humanos, es cierto sí, pero ¿puedo asegurar que la música de La Flauta Mágica sólo me va remitir a la historia de La Flauta Mágica? ¿en realidad la música puede tener un significado univoco?
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[5]“­ Explicar, explicar – gruño Etienne – ustedes si no nombran las cosas ni siquiera las ven… hay que mostrar no explicar. Pinto ergo soy… Lo que me revienta es la manía de las explicaciones, el Logos entendido exclusivamente como verbo… Fíjate un poco en Mondrian. Frente al él se acaban los signos mágicos de un Klee, Klee jugaba con el azar, los beneficios de la cultura. La sensibilidad pura queda satisfecha con Mondrian, mientras que para Klee hace falta un fárrago de otras cosas… En cambio Mondrian pinta absoluto. Te ponés delante, bien desnudo, y entonces una de dos; o ves o no ves…
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– Replica de Oliveira por librar a la Maga de decir una burrada –
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“Claro que es eso… Según vos una tela de Mondrian se basta así misma. Ergo necesita más de tu inocencia que de tu experiencia. Hablo de inocencia edénica no de estupidez. Fíjate que hasta tu metáfora sobre estar desnudo ante el cuadro huele a preadamismo”
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¿Cuándo fue eso? ¿Cuándo fue que no necesitábamos el leguaje? ¿Hace cuanto fue que no hacia falta nombrar algo para que existiera, cuando bastaba “la expresión primordial del ser”? ¿De verdad se puede volver al tiempo sintiempo, al tiempo colmado? ¿Será que la música sea el arte del retorno a lo preadámico, a la más absoluta inocencia de la primera infancia?
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Yo puedo decir que en algunos casos la Literatura es Música, pero creo que forzaría demasiado la verdad si dijera que en algunos casos la Música es Literatura. Al hacer audible “la expresión arquetípica de las emociones” la música no necesita significar algo porque ella misma es el significado; la música escapa al lenguaje, aun cuando sea un réquiem, una opera, un canción, la música se rebela y emancipa; de tal suerte que se puede uno olvidar del texto, de las flamas quemantes del infierno, y quemarse en las llamas de los contrabajos y violoncelos, sumergirse en la nube de cristal de las sopranos y contraltos seas o no llamado con los benditos, puedes temblar de sublimidad y amor ante el Domine Jesucristi aunque no hayas conocido jamás su nombre, el réquiem de Mozart lo amamos no por la letra, no por lo bien que refleja o se funde con el texto, lo amamos porque ante esa música que nos inserta en la ceremonia de comunión, seamos o no creyentes, suspendiendo el tiempo, no podemos después de la experiencia, al volver al tiempo fraccionado, sentir más que con amor el ritual.
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[1] Hans-Georg Gadamer, La actualidad de lo bello, p.85
[2] Vicente Huidobro, Altazor, canto IV, p. 99
[3] Entrevista a Julio Estrada, EL PAIS 06/05/2006, por Fietta Jarque
[4] Entrevista a Julio Estrada, EL PAIS 06/05/2006, “…Separo el texto porque yo creo que la opera es – a partir de Mozart – la utilización de la expresión arquetípica de las emociones mas allá del texto… Cuando se aparece el padre en Don Giovanni, no es sólo ese padre, sino todos los de la literatura… ¿Por qué escogí Pedro Páramo? Porque es una experiencia compartida que tenemos todos los exiliados. Es alguien que se va de su pueblo, de su país o de cierta región del mundo, y se encuentra en una situación distinta donde tiene que entenderse bajo otras fórmulas. ¿Y cuales son esas fórmulas? Las primordiales. Las que todos compartimos. Dónde no importan las palabras. Como las que se escuchan en los sueños.”
[5] Julio Cortazar, Rayuela, p. 58-59

8 comentarios:

El Rufián Melancólico dijo...

Uy, Hadaza, de pronto me enredo en tus ensayos porque piden harta pensadera y mi ardilla nomás suele moverse como quince minutos al día. Pero forzándola, se me ocurre que:

-Lo que más me dejó dando vueltas el texto fue la confrontación (más sugerida que explícita) de la mirada inocente al objeto de arte (preadánica) contra cierta interpretación que incluso podría pecar de erudita. Mostrar y no explicar, dice Ettiene. Pero él y Oliveira impostan su mirada inocente desde su afectación de artistas modernísimos; siempre he desconfiado de quien me pida que solamente sienta el poema, o la música, o el óleo. No es que quiera hacer tratados semióticos de todo, pero si creo que algo que se presume de artístico, guarda algún sentido incluso en su ostentación de un color único, un verso de tres palabras o una frase musical reiterativa hasta la náusea glasseana. Porque si no había una intención previa al crear ese objeto de arte, ¿para qué carajos se ofrece entonces cómo arte? Si no hay sentido, todo podría ser arte.
Pero incluso, aquello que no es arte pero produce el placer estético (los atardeceres las lluvias o los cuerpos de las mujeres), vienen porque detrás de su existencia le interpretamos algo: su color, su armonía, sus formas, su sinestesia.
Ahora, es cierto que el otro extremo, la interpretación obligada y morosa de todo, te hace un erudito pedante que se pierde de la sensación primera por merodear los enredijos de la obra; como el niño que le regalan el auto que se mueve solo y ni disfruta su habilidad porque de inmediato lo abre para mirarle los pernos y las tuercas.
Esto de interpretar puede ser más fácil y obligado con la literatura, no con la música. Es cierto que un ritmo no hace falta entenderse; si obliga a mover los pies o a revolcarse de angustia, su meta está cumplida. Pero hasta en una experiencia tan intuitiva como la musical, existirá alguna información previa que ayuda a moverse más cómodo al interior de la obra. Por eso existe el pop, el caribe cooler de la música, para irnos aficionando y ya después cada quien hace su camino hacia otras bebidas musicales más fuertes: quien haga suya la estridencia del jevi metal, quien se sienta más a gusto en percusiones africanas, quien curioseé y se reconozca en esas cosas destempladas raras que tienes en tu cuadrito de música. Pero sí creo que para llegar a cualquiera de esas cosas, uno requiere antecedentes: no sé si información, o instrucción de alto vuelo, o sesiones obligadas de escucha, o incluso experiencias de vida, pero en cualquier caso, sí me ayudan los estímulos colaterales que me ayudan a descifrar la obra. Y ojo que cuando hablo de descifrar no pienso en abrir el carrito; si pienso en un manual de uso que me permite encontrarle mayor encanto.
Para mí la experiencia del arte siempre ha sido una conquista: "entender" lo que me parecía raro, "sentir" o "experimentar" lo que de primera intención consideraría ajeno. No me quedo ni con la intuición más simplona, ni con la intelectualización más barroca. Sería buscar la comunión de mente y sentidos, de inteligencia y emociones, de fingir lucidez o abandonarme a la emotividad. ¿La literatura más cercana de la mente y la música más cercana a lo emotivo? Sí... pero también, lo sugestivo sería intentarlo al revés. A fin de cuentas, de eso se trata el arte, de que cada quien lo juegue como pueda o quiera, no?
Saludos Hadaza, hasta después.

BEATRIZ dijo...

Sin duda lo comun entre la musica y las palabras es el sonido...mas alla, es dudoso tratar de escuchar ruidos en todo. Un musico dira que la Literatura es casi siempre musical. Un pintor dira que las palabras matizan formas y color. Un escultor estudiara la proporcion de las formas utilizadas en cada genero Literario, Un cinematografo encontrara la forma perfecta de convertir una historia en historia visual, Un escultor estudiara las lineas y los margenes lineales de las imagenes, Un matematico buscara la forma simetrica, logaritmica, geometrica, algebraica, o lo que sea en cualquier texto Literario, etc, etc. Depende de cuales imagenes (visuales,auditivas,tactiles,olfaticas, sabrosas, imagenes de pensamiento,numericas, simples, compuestas) que tengan mas impacto en cada individuo.
No dije que estoy en total desacuerdo, pero a veces el sonido es escencial y otras, por lo menos inecesario...y es que no soy tan musical, mas bien arritmica.
Bueno, siempre estoy corta de tiempo y dejo los comentarios inconclusos, pero nos seguimos leyendo.
Un abrazo. Te quiero.
Ah, gracias por la felicitacion de mis maravillosos cumplemenos. La pase super. Luego te cuento.

JORGE SOLANA AGUIRRE dijo...

El arte es la asfixia del ser-humano y su razon de existir.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en la forma de pensamiento Gadameriana. "El otro lado de lo que somos nosotros es representado en la obra de arte"... esto suena completamente exquisito. Como sabes en el panteísmo se cree que las cosas se complementan, somos parte de un solo ente o ser. En ese sentido las personas, el arte, la ciencia y cualquier otra cosa conocida, desconocida y por conocer, todo es parte de una misma cosa. Es por eso que se me hace completamente lógico la creencia de que el arte tiene aquella falte que nos falta, aquella parte de la que al inicio formabamos parte pero que despues fuimos separados para experimentarnos como sub-entes individuales, como seres humanos, como musicos, como artistas, como ingenieros, como todo lo que existe. Pero nuevamente, al principio todos eramos uno. Tu y yo fuimos uno, y te me perdiste por mucho tiempo, pero te he encontrado nuevamente amor, y estoy feliz por ello.

Te amo Débora Hadaza.

Hannibal ;).

Abraham Villegas dijo...

Hola, me gustó mucho tu texto. Me llamó mucho la atención la parte sobre la inocencia por encima de la experiencia. Esa parte de no estar predispuesto a no ser prejuicioso. Pero como ya había dicho, se me hace muy difícil que eso se pueda pues la gente ya esta sesgada según su formación. Sé que te refieres a algo más sencillo en tu ensayo, a lo que llamas "experiencias inmediatas", pero se me hace difícil imaginarlo, se me hace difícil imaginar el uso de la "expresión primordial del ser".

No sé que más decirte... un ingeniero no critica, no interpreta, no juzga, no ve el mundo... un ingeniero lo cambia.

Saludos!

Horacio Fioriello dijo...

querida amiga, leo los comentarios y me asombro de ver cuantas aristas puede encontrarle cada quien.pero no te preocupes, mas cerca o mas lejos de cada interpretacion rescato esta busqueda tuya de pretender revivir ese primer sonido , esa primera voz, ese primer ruido echo música por los fundadores de este terron de piedra sucio de tierra.
y en esa ancestral busqueda del sonido "original" encontrar la coneccion , el parental abrazo entre el creativo y el creador, a travez del arte como instrumento punsante en la formacion de las ideas. No lo dudo, una simple nota fue el principio, tal vez un acorde, pero génesis!
Besos de esos!
Horacio

Débora Hadaza dijo...

Rufian:
"Sería buscar la comunión de mente y sentidos, de inteligencia y emociones, de fingir lucidez o abandonarme a la emotividad. ¿La literatura más cercana de la mente y la música más cercana a lo emotivo? Sí... pero también, lo sugestivo sería intentarlo al revés. A fin de cuentas, de eso se trata el arte, de que cada quien lo juegue como pueda o quiera, no?"

mmmmm yo no creo que la musica sea mas cercano a lo emotivo, yo creo que es mas cercano a lo sencible, y quiza mas cerncana a la hiperlucidez, esa que no se consigue con palabras porque al fin y al cabo las palabras marcan lìmites y los sonidos al caracer de sentidos univocos no. No estoy muy segura tampoco de tu ultima frase, eso de que cada quien interprete lo que quiera es tan abierto que... es que... cuando algo es "tantas cosas" termina por no ser nada. Es decir afirmar lo q tu afirmaste me causa desconfianza, a ti no?

Parodoxia es decir Susana:
"No dije que estoy en total desacuerdo, pero a veces el sonido es escencial y otras, por lo menos inecesario"
Es que bueno estamos hablando de musica no solo de sonido, como estamos hablando de literatura no solo de palabras. Obvio que nadie sufriria si cuando se tiene diarrea verbal a la vez un milagro nos dejara afònicos, y bueno hay sonidos que para nada son necesarios. Sin embargo no creo que lo unico que tengan en comun la mùsica y la literatura sea el sonido, en todo caso creo que es ritmo, el pulso, el fluir, y si, creo que se puede encontrar puentes entre todas las artes, porque como Paz creo en la unidad del arte. Bueno a veces, a veces no creo mas que estoy viva y feliz.

Jorge Solana Aguirre:
Bienvenido, pero no, no creo que el arte asfixie al hombre, lo abofetea de vez en cuando, le echa agua en la cara, le deja caer insultos y le pone polvo pica pica en el trasero, pero asfixiarlo? a no ser para forzarlo a respirar...

Hannibal: asi que me resultaste Gadameriano?
"Es por eso que se me hace completamente lógico la creencia de que el arte tiene aquella falte que nos falta, aquella parte de la que al inicio formabamos parte pero que despues fuimos separados para experimentarnos como sub-entes individuales, como seres humanos, como musicos, como artistas, como ingenieros, como todo lo que existe." eso me encanta, todo lo que somos da cuenta de algo, o quiza de alguien, o a la mejor de ALGUIEN, como si nos hubiera fragmentado para poder comprenderlo a trocitos y asi no atragantarnos... por cierto que bueno fue encontrarte. Ditto.

Shaka:
Es curioso como tu y el Rufian desconfian de lo mismo, y... yo tambien, si pero a la vez tampoco creo que se tenga que ser un "conocedor" de algo para experimentarlo, creo que la experiencia supera el conocimiento porque despues de todo es imposible saber todo y cada experiencia te abre mas el mundo que miles y miles de libros... (ups siento q dije algo realmente idiota.) Por cierto que chido que seas de los que cambian el mundo.

Horacio:
"y en esa ancestral busqueda del sonido "original" encontrar la coneccion , el parental abrazo entre el creativo y el creador, a travez del arte como instrumento punsante en la formacion de las ideas."

no podemos estar mas de acuerdo jajaja


Abrazos y besos para todos, bueno a cada quien diferente tipo de abrazos y besos, porque pos ni que esto fuera orgia jajajajajaja

no, ya en serio es un placer recibir y apreciar sus comentarios.

Sybila dijo...

La última frase me hace ruido, y me hace ruido en la medida en que me importa...tanto que estoy a punto de vomitar un conejito!

"¿De verdad se puede volver al tiempo sin timepo, al tiempo colmado?"

Más que hacer el ritual, hay que experimentarlo. La función del ritual es entrar precisamente en vínculo con lo sagrado, en un tiempo sin tiempo. En el tiempo primordial. Esto se recrea y crea, se mantiene vivo, por medio del rito. Ahora que lo pienso, efectivamente, parte esencial del ritual es el canto...¿Por qué? si, el canto nos une, el canto,la melodía que expresa por su misma naturaleza de melodía. Recién leí un texto de Posada que ahora relaciono con esto: "Escribo sobre un hombre que se vacía, como mi hermana al nacer, de lo primero que nos pertenece: el aliento"

El aliento, ahora pienso Deb, como lo primero que nos pertenece, es una de las partes más esenciales del ser humano, ...por eso-tal vez- sea con el canto -eso que sale desde los rincones más oscuros y lúcidos a la vez de nuestro ser- tal vez sea con el canto que nos identifiquemos más con "eso" primordial... el canto como huella, una huella recreada...

Ash, creo que ahora sí me la fumé...

je, de todas formas, abrazos Deb!