19 mar 2010


SILENCIO Y CAMBIAR



El domingo pesqué los primeros dos peces de toda mi vida. No sé que esperaba pero cuando mordieron y los jale, y los vi pelear para safarse del anzuelo, retorcerse en la tierra hasta empanizarse de polvo, me dí cuenta que quería aprender a pescar no a matar peces. Pero no me las puedo dar de pacifísta, mate dos, y luché por un tercero. Creí que la culpa del placer por atrapar algo y ser cruel desaparecería con un tercero. Mi ego y autocomplacencia estarían a salvo con un tercero, pero la vida no quiso que perdiera el horror por la muerte de algo tan pequeño a mis manos.

Las predicciones de un gran terromoto que azolará el D.f. y también Michoacán me aterran, ¿a donde podré huír si me quedo sin casas? Me gustaría ese día estar en el Zócalo o en la Madero caminando sin pensar en nada, caminar entre las calles del derrumbe, algo asi como "y sus templos palacios y torres se derrumben con tórrido estruendo, y sus ruínas persistan diciendo, de mil heroés la patría aqui fue". Y perdón por el grito patriotero y heroíco, lo que pasa es que en mi alma no termina de morirse el niño heroe envuelo en la bandera. Otra cosa es que no creo en lo que las brujas dicen, aunque leer semejante predicción: la sierra madre desmoronándose, es trisitísimo, ¿no has viajado encima de su lomo viendo como los dobleces de la cobija terminan en ríos de cuento?

Tal vez nuestra necesidad de emocion sea lo que nos haga, de buenas a primeras, dar un volantazo en el camino e ignorar nuestra ruta para ir a otra dirección, que no tiene que ser la opuesta, sino un viraje a cualquier ángulo, mínimo como cambiar un casi largo y rojo por un disparejo chocolate con rayos rubios, o al vez uno de unos 20 grados que va de ser compositor a chef, o novelista, o ...

Y con eso no quiero decir que no admire a esos que se consagran a su camino, que nunca se dejan distraer, que tienen un sólo y enorme sueño, y que todo lo que hacen está canalizado hacia ese esfuerzo; sí los admiro, claro que sí, algunas veces hasta he querido ser como ustedes, pero yo nací distraida, nunca he creído en eso de tomar un mapa marcar la ruta y seguirla como se dice el credo, me gusta vagar, me gusta quedarme en un pueblo por un tiempo hasta que salga un tren de un número que en ese momento me paresca interesante; y tampoco es que siempre siga mis sueños, idealizo muchas cosas, ambientalizo mis ideales, pero soñar soñar lo que se dice soñar, creo que dejé de hacerlo desde los trece.

No existe el silencio eso es absolutamente cierto, ni la obscuridad, pero si los sordos y los ciegos, los mudos y los que cierran los ojos. ¿A ti no te gusta cerrar los ojos y apretarlos para ver esas raras figuras de colores? ¿No te gusta taparte los oídos para escuchar como resuenan las palabras de otros, y entonces los claxonasos si son un sonido interesante, y hasta tu propia voz suena a clamor de la tierra? ¿No te apetece quedarte callado por horas y también dejar de pensar para que no quede ni una sóla palabra que te interrumpa?



8 comentarios:

Nobody Dotcom dijo...

Hace mucho que no leía un pedazo del himno nacional que no se cantaba en la escuela...

a mi me gustaba esa que decía: guerra guerra sin tregua al que intente de la patria manchar los blasones...

sobre tu último párrafo, la obscuridad no existe efectivamente, porqué es la ausencia de luz... la luz (artificialmente) la proveé el hombre cuando mueve al mundo... en una perspectiva metafórica desde luego.

Débora Hadaza dijo...

claro que esta chido ese del guerra guera, o el de vuelva altivo a los patrios hogares el guerrero al cantar sus victorias...

me gusta el himno nacional aunque paresca ser de otra nación que ya no existe y que quiza jamás existió

claro que es una metáfora... por cierto es obscuridad o oscuridad?

Jo dijo...

un sol de hielo eso si que es metafòrico y magnifico a veces los corazones deberían hacerse de hielo sin romperse, igual que la templanza igual que la esperanza... igual que los ojos que se desbordan como los rios pero que nada es capaz de vencer

... a veces siento que todo se derrumba sin necesidad de terremotos ni presagios fatalistas.

el optimismo es el que se me queda tirado por ahi...a decir verdad me da hurticaria

Anónimo dijo...

Decir notas sobre un sol de hielo ya es anunciador y profético y hacerlo sobre un paño rojo corazón, rojo sangre,rojo pitahaya madura mientras se entona el Himno nacional..."Y retiemble en sus centros la tierra,
al sonoro rugir del cañón"...
mientras se dice de cegueras y sorderas voluntarias y espirituales, muertes anunciadas en proféticos temblores, es más que nunca un alarde de vislumbres Mayas.
Yo me pregunto Deby, para donde correr hoy, aún, cuando dentro de uno todo amenaza con sucumbir?
ya lo dice tu hermoso Himno, tal vez la sentencia sea la metáfora y a la luz del entendimiento abrir los ojos signifique escuchar la voz de la tierra que reclama y pasa factura a tanta sangre color guerra ,a tanto dolor color experimento, a tanta fruta madura color desigualdad.
Exelente texto,lleno de disparadores que potencian la mirada del lector. Un lujo Deby.
besos
Horacio

BEATRIZ dijo...

mmm! pues a mi tampoco me gusta pescar, sufro de la imaginación y asfixia...que horror!
Pero el cambio me viene bien, cuando es tiempo es tiempo Susanita.
Me gusta ese rojo y te quiero.

Nobody Dotcom dijo...

las dos son correctas, como sustancia o substancia.

Ánuar Zúñiga Naime dijo...

El primer párrafo no tiene madre.
Abrazo.

P.S.: La palabra de verificación para dejar comentarios es vendeta, lástima por la T que falta

Débora Hadaza dijo...

Jo: me gustó tu comentario, bienvenida.

Horacio. gracias, por pasar por aqui, por comentar, por tus palabras.

Susana, sí que mal, pero me gustó a pesar de todo. y el cambio siempre hace falta.

Nobody, cual prefieres?

Ánuar, que milagro, abrazo