21 mar 2006


Soñé que estaba dormida
Soñé un sueño dentro de un sueño
Como cubo dentro de cubo
en otro cubo y así hasta el final
entre otro final que todavía no acaba
Y entre este y el otro principio
Abrí otros ojos que no eran los míos
y ví mi cuerpo como si fuera otro
vacío y frío como el de un muerto
Ví mis ojos sellados detras del hierro
y los brazos flácidos y los pies dormidos
mi boca rígida como una tumba
mi cabello colgado como por martirio.

y con otras manos que no eran las mías
llena de furia mi cuerpo azotaba
desesperada lo sacudía, con la otra
boca pegada a la mía trataba de
respirarle el otro aliento
pero mi cuerpo volvía a caer
entre mi cuerpo se derrumbó

Soñe que con mi cuerpo yo despertaba
en una mañana que nunca he visto
en un lugar esplendente
en un lugar imposible
pero este sueño también terminó
y entonces ya no supe si era el final
Hastiada de soñar decidí cerrar mis
ojos, cansada de dormir decidí
no vivir mas.

1 comentario:

Emanuel Simo dijo...

Acabo de percatarme de la existencia de estos textos que inauguraron tus notas sobre ese sol de hielo y siento que soy un aventurero que encontré un tesoro en una isla desierta. Este texto me parece uno de los más lindos que leí de tu blog.
Aveces sólo nos queda la esperanza de creer que nuestra vida es sólo un sueño, a veces una pesadilla de la que en algún momento nos despertaremos. Lo triste es cuando uno tiene esos momentos en la vida en los que sueña y no quiere despertar, pero hay algo que nos hace abrir los ojos y deambular como fantasmas en la vida, como seres vivos que en realidad están muertos.