19 jul 2006

EL ANIVERSARIO

Me compré un marido. No, equivocación, compré a Jonh Lenon. Pienso mientras me jalo uno oreja y no me alcanzo la otra, ordenando platillos, revisando notas, checando los hornos, y viéndolo como se recarga en el aparador, sonriente, esperando a que alguien le pida un autógrafo.

Llegue de argentina a los 18 de años. México me pareció el mejor lugar para hacerme millonaria. Llegué sin dinero, sin tener a donde llegar, con pánico al metro, odiando hacer camas, lavar platos, cuidar niños, detestando la pobreza y a los 10 hijos de mi madre de los cuales a uno siempre le tocaba quedarse sin comer; llegué dispuesta a comerme al mundo por todo lo que no había comido, a comer y a poner un negocio de comida.

A codazos y mordidas logré ser chef y tener mi ristorante. Logré tres hijos y una familia, un nombre y una reputación; pero creo q en algo fracasé, no logré tener jamás un hombre.

Estoy cansada. He formado a mis hijos, he peleado por mi negocio, he luchado sin cesar, pero siempre lo he hecho sola. Es mi culpa, le he dado demasiado. Yo lo vi y lo amé, mi padre cuando nos casamos dijo: “parece inglés”, yo contesté “si, parece un bettle”, teníamos 22 años han pasado 23, y sigue siendo un “bettle” un escarabajo que se comió mi risa, mi vida, mis ilusiones, mis fuerzas, mi comida, y lo único que hace es revolotear, reptar, zumbar, adornar…

Estoy cansada. “No es lo mismo los tres mosqueteros… que los climaterios. Quisiera ahora que he llegado al tope de mi vitalidad él me sostuviera, ¿cómo puedo esperar que lo haga? Toda la vida lo he sostenido yo a él. Me enamoré de su sonrisa, de su facilidad para disfrutar la vida, de sus cabellos lacios y sueltos, de sus gafas, ¡de sus malditas gafas de ciego hippie! y bueno… por lo menos no puedo quejarme de que cambió, sigue viendo todo simple, divertido y sin responsabilidad, nunca ha movido un dedo, nunca ha necesitado hacerlo, y lo peor que ni siquiera para tocar la guitarra, todo lo que ha hecho, todo lo que ha “logrado” se lo he dado yo, ha sido mi marioneta desde hace 23 años y ni siquiera se ha dado cuenta!

Estoy cansada. Mi hija se va a ir con un hombre 10 años mayor que ella, al que no ama, al que idolatra por ser mil veces más hombre que su padre, por no usar gafas, por odiar el rock, por saber algo más que alzar los hombros y decir “así son las cosas Julia, ¿qué puedo hacer?”; y yo, maldita sea! no puedo hacer lo mismo, porqué ni siquiera ha tomado la iniciativa de engañarme.

Hace dos años tuve un amante. Estuve a punto de mandar al diablo hijos, ristorante, y marido. Pasé un año de infinita felicidad, de sentirme viva, mimada, dirigida; ese hombre sabía que hacer, vaya si lo sabía, parecía tener toda la sabiduría del mundo para complacer mujeres y hacerlas sentir amadas aunque era en realidad muy joven. A él no se le acaba el mundo, él siempre tenia soluciones, me ofrecía un futuro, tenia planes precisos para nosotros, me abrió la puerta a un universo que ni siquiera pensé que existiera, me rogó que pidiera el divorcio, que me mudara con él a sus sueños; pero… llegué a casa, vi a Antonio y a sus ojos de perro San Bernardo, su pelaje indefenso, su jadeante sonrisa, y comprendí que no iba a dejarlo, que sin mi se moría, y cómo lo odié! no pude marcharme, no pude evitar sentirme responsable de su inútil existencia.

Hoy volví a ver a mi amante. Me vio más vieja, con más arrugas, con menos ilusiones, casi abatida; con mis 45 años a cuestas, los ojos sin brillo, las manos quemadas, con las mismas 7 mil deudas a pagar; me vio mas vieja, y lo peor es que con el mismo viejo, muriéndome de costumbre, de hastió, de aburrimiento, sonriendo sin esperanza, partiendo pastel y apagando velitas, celebrando 23 años de amor.

2 comentarios:

MIRIAM dijo...

Vió todo lo que le pasó por irse de Argentina? jajajaja Venga mujer!! que este es el mejor país del mundo y tiene los mejores hombres.
En sentido estricto no sé si eso es cierto, pero sepa que el amor se vive y se hace de acuerdo a lo que es uno, independientemente de donde se vaya y de con quien se esté.
El amor tiene muchas formas y quizas la principal de ellas sea el sufrimiento, un sufrimiento muy dulce conta el cual es imposible rebelarse. Le mando un beso grande en el día del amigo (al menos lo es en Argentina)

Emanuel Simo dijo...

Cuánta mala fama le estamos haciendo al amor! Nos debería iniciar acciones legales por calumnias e injurias!
Creo que somos demasiado injustos, le pedimos demasiado y no nos conformamos con nada. Será un clisé o una realidad ese prejuicio existente con respecto al amor que dice que aquello que nos enamora es lo que nos hace desenamorarnos un tiempo después?