6 abr 2010



Ayer tuve dos interesantes experiencias semiestéticas escuchando creo que "la Poderosa", (o "la Serranita", o la "Grupera") y todo eso en la comodidad de mi asiento en la ruta 4 del transporte público en Puebla. Lo primero que escuché fue un refrito de una horrible y cursi canción creo que ochentera llamada "lagrimas" pero en, creo, cumbia, (lo siento yo no sé mucho, de hecho casi nada, de música ¿grupera?), la cuestión es que a pesar de que en cumbia, o lo que sea, la melodía de la canción es mucho, pero mucho, más nefasta, el bajista estaba en otro avión y de repente el guitarrista se le unía haciendo sonar algo muy interesante.

Despuecito siguió la canción "Naila" pero cantada no por la Vargas sino por el ex integrante de bronco, (esa voz sí que la conozco, la escuché demasiado en los camiones) y resulta que inicia ¿declamando? el poema de Lorca "y yo que me la llevé al río pensando que era doncella (el dice soltera)".

Y fue tan raro, primero la sorpresa de ese bajo que se rebela, y revela, a la cursilería que se le viene encima y saca el machete para cortarla, no la puede matar pero por lo menos la mutila, algo así como hacen algunos campesinos con esas lluvías que les dicen "culebras"; y luego la guitarra se alía, pero aunque la unión es agresiva a la totalidad de la canción, los movimientos que hace la guitarra no lo son, es más bien como si al machete le enredaran festón de colores o un papalote. Y el resultado fue que se me olvido la voz gangosa de arriba, se borró, también el ritmo y la melodía chillona, todo fue hoja de metal destellando. No me sobreponía aun del viaje cuando escuchó a Lorca y junto con él muchos recuerdos, mi cuarto a las tres de la mañana y la angustía porque me parecía tan profético, y cuando una tarde encerrada en un salón leía y besaba al mismo tiempo; pero lo más impactante fue escucharlo con la voz del ex bronco, tan bronca, y me imaginé a gente de barrio que al llegar a su casa lee poesía, a albañiles y obreros, a prostitutas y verduleras, a otros sin trabajo junto a un comal, o en la calle sentados en la banqueta y tomando chelas pero leyendo poesía.

Ya sé que dije un montón de clisés pero así lo imaginé, y tal vez no fué una experiencia estética sino nostálgica de un imposible, o a la mejor no, quizá si hay quien lo hace, quien compra con sus miserables quincenas libros de poesía para leer al llegar de la fábrica o de bolear zapatos en la calle, mi abuelo lo hacía, por qué alguién más no; y no me molestaría tener de fondo al gigante de américa mientras tanto.


Lo malo es que ahora que busqué en you tube los videos para documentar el acontecimiento tengo varios problemas, el primero y más grave es que el bajo no se escucha nada en los videos que subieron, el siguiente y que no importa nada es que no es cumbia es bachata, el tercero y creo que si es muy grande es que la cursi y horrible canción es de José José, gravísimo error decir que es nefasta, pero la verdad es que aunque me gustan muchas canciones suyas, esta es demasiado patética.

6 comentarios:

Jo dijo...

jaja creo que es una estupenda cr;onica de algo medio surrealista en mood populachero bajo las cúpulas de provincia donde abundan los camotes y hasta pintores de banqueta en el parian.

tan tan

Yo soy peor neofita musical...

Horacio Fioriello dijo...

Todos los pueblos acuñan un JoséJosé, no te deprimas, ayer frente a la autopista, debajo del puente el hombre de esa familia ascentada ahi, encendía una fogata con libros húmedos, humedos de poesía, también desde mi verdulería alla lejos,supe escribirle al desamor,tu abuelo sabra bien entonces si era soltera,doncella o mozuela...que más da si él de todas maneras se la llevo pal río!
me encantan tus historias de entrecalles.

besos !

dèbora hadaza dijo...

Jo: seeeeeeeeeee


Horacio Fiorello es decir Juan de los Palotes: gracias!

Nobody Dotcom dijo...

yo me declaro eclécticamente musical...

dèbora hadaza dijo...

Nobody.

haces bien, a mí ha cosas que nomás no me pasan.

saludos y un abrazo

BEATRIZ dijo...

Jajaja...Pos eso de la hoja metálica está super, como para cortar un rabo de nube...
Yo tuve mis días del populacho, sería como la versión del country aqui...pero ahora todo ha cambiado...ya he perdido algo de ingeniuidad, y es una lastima.
Ojalá pueda yo tener experiencias estéticas asi, un día, un día.
Un abrazote popu Susanita, te quiero.