23 ene 2007



LA ÚLTIMA CARTA
(juro que ahora si es la última)
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Hablarte de amor de nuevo en una carta abierta es ridículo, sobre todo, porque sé que no la vas a leer. Pero hay que celebrar que es la última carta que te escribo, por lo menos es la última desde lo más profundo de la piel. Sé también, que haber roto el espejo el último amanecer juntos, fue en absoluto el augurio de nuestra patética suerte; y creo que debimos haber tirado mucha sal en el desyuno, comida o cena; y que por supuesto nos besamos debajo de todas las escaleras que se encontraron en nuestro camino. ¡Ah! no hay que descontar el gato negro que te regalé, y las miles de veces que me negué a decirte a los ojos cuanto te quería.
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No debemos olvidar, tampoco, que nos hicimos imposibles de recordar por nuestros amigos; que nunca quisimos que nadie nos notara la cara llena de caricias, y que cuando alguién nos vio no dimos trazas de ser algo más que un amor ocasional. ¿Vés? Invocamos la fatalidad, asi no se puede llegar muy lejos. Además que tú no te cansabas de insistir, de soñar, y de contarme tus sueños, apréndelo: !nunca se debe contar un sueño para que no frustre!
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Debo decirte, también, que lo más dificil de olvidar son tus vellos; sí, tus vellos, ¿puedes creerlo? Ver de reojo, tus finos vellos de durazno en las mejillas al besarte. ¡Ah! y por supuesto, verte dormir como bebé: con los brazos y las piernas bien abiertos. Me estoy despidiendo de tí en esta carta, sin embargo no sé como despedir esos recuerdos; ya les he abierto la puerta tantas veces y no se van. Te juro que les he gritado de la peor manera, y les he tratado con el más descortes de los desprecios; pero no tienen dignidad, no se marchan.
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Por último debo ser sincera, absolutamente sincera: te quiero con todo mi engañoso y perverso corazón. Tan engañoso, que pudo fingir olvidarte y ser sólo tu amigo; porque era lo que tu necesitabas. Que pudo mentirte, y decir que era feliz porque conocías a alguien que de nuevo te llenaba de esperanza; más no tienes idea cuantos gatos rabiosos adoptó, ni como gritaban, ni como arañaban. Tan perverso, que te dijo que no, y que no, y que no; pero nunca dejó de esperar poder darte un sí. Que te soñó noche tras noche y día tras día; es más, dormía solo para soñarte, para volver a verte en todos los sueños locos, llenos de viajes, pájaros gigantes, y elefantes color rosa. Sí, asi te quiero; con todo el corazón lleno de miedos, de fobias, de engaños, de trampas. Asi te quiero, porque es la única manera que tengo de querer, y pensándolo bien, quiza te lo digo, porque tal vez, sea la única manera de poderte conservar.
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2 comentarios:

Emanuel Simo dijo...

No puedo creer en tu promesa de que esta sea la última carta, creo que cuando se sigue amando uno no puede dejar de escribirle a la persona que despertó ese sentimiento. Creo que el amor es tan irracional que guía las manos, las ideas, las lágrimas, los recuerdos, los olores, los sonidos, y nos resulta difícil sustraernos de ese jinete que cabalga en el límite de la locura.
En cuanto a los presagios de suerte patética, creo que el enamorarse mismo es señal de que ocurrirán calamidades, por que es dejar de lado la razón y embarcarse al sin sentido. El amor mismo es una gran fatalidad, pero es de las más lindas y disfrutables. Tan linda que uno está dispuesto a saltar el vacío sabiendo que inevitablemente se estrellará. No creo que puedas despedirte de nadie mientras sigas amando con perverso y engañoso corazón

Anónimo dijo...

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
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Porque en noches como ésta, la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
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Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
. Poema 20, Pablo

...dudando
si soltar los pies en el vacío
o juntar las manos
en el ruego.
Llevo ,
atado al cuello
este cordel que es lastre y salvación.
Es : mi memoria.
...yo Teseo, HORACIO

""Sí, asi te quiero; con todo el corazón lleno de miedos, de fobias, de engaños, de trampas. Asi te quiero, porque es la única manera que tengo de querer, y pensándolo bien, quiza te lo digo, porque tal vez, sea la única manera de poderte conservar.""

LA ULTIMA CARTA, DEBORA

prosa poética!, una carta, quizas la ultima, tal vez como ninguna otra la primera!...La memoria de lo ambiguo del amor.
me encanta como escribis Debora!
desde Argentina Horacio( ...un Juan de los Palotes)

Besos!!!