15 feb 2010

RITMO, RESPIRACIÓN, ESPEJOS

Miles de veces andando por la calle he visto mi reflejo, y me he odiado.

Todo en la vida lleva ritmo, macro, micro, obvio, intrinseco. No se puede vivir fuera de ritmo, no se debe vivir con arritmía. Puede causarte abortos, migrañas, y muchísimos dolores.

Algunas veces sin esperarlo, el espejo ha sido agradable, una gran cadera que no me irrita, un rostro tierno o interesante, una actitud de fotografía.

Odío cuando los perros respiran cerca de mí. Las doberman me dan tanto miedo que tengo que respirar hacía adentro y alentar mi corazón para sentirme segura. No huelen el miedo, huelen el aliento lleno de adrenalina, escuchan los latidos, sienten la sangra golpeando. Todo es cuestión de ritmo y respiración.

Estar sobre la bicicleta con carga, en posición dos o tres, ver como la cintura reclama su antiguo lugar, y sentir mi abdomen adolorido y ardiente, mientras mis muslos tiemblan. Escuchar cumbia, disco, hip hip, pop, y tal vez banda mientras tanto y la voz de la instructura pidiendo más ritmo, más cadencia, respirar y mantener la posición frente al espejo. A veces es complicado. ¿Como verme erguida y concentrada, mientras mi frente se llena de sudor, mi boca se seca, y cansancio?

Me gusta mucho más cuando es nuestra respiración la que marca el ritmo, cuando los musculos se tensan y estiran, cuando podemos ser casi perfectos y de repente nos reflejamos.

1 comentario:

Amorexia. dijo...

me encanda el ritmo cadencioso de el texto, me agrada que es como sentir lentamente las caderas de una mujer acercandose, para bailar muy pegados.

Excelente texto.

Saludos desolados.