Todo lo que anhelo, proyecto, realizo, deja de tener valor una vez logrado...
Me he cansado en desear y soñar, hastiado estoy del desencanto, del sabor a papel de lo que otros llaman triunfo.
Sueño continuamente con atravezar un mar, ancho, furioso, oscuro; me fatigo, mis músculos arden de esfuerzo, mi rostro esta tenso para tocar orilla, y al despertar como al llegar, veo que era sólo un pequeño charco; toda mi lucha fue un rídiculo cansancio de torpe nadador de alberca.
Asco le tengo a los días, fastidio a las noches, horror en el alba, aburrimiento al ocaso. Cuando amance digo ¿quién me diera que fuese ya de noche?, y al acostarme ruego porque pronto llegue la mañana.
¿Para qué se le da vida a quién no sabe a donde ir? ¿Para que amontono visiones en mis ojos, deseos en mi pecho, esfuerzo en mis brazos, si todo ha de volverse polvo?
"Aborrecí por tanto la vida, por cuanto la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa, porque cuanto todo es vanidad y aflicción de espiritú"